viernes, 15 de abril de 2011

Diabetes. Prevengan el infarto agudo de miocardio

La cardiopatía y la enfermedad vascular frecuentemente van de la mano con la diabetes. Las personas que padecen este mal tienen mucho más riesgo de ataques al corazón, embolias cerebrales y la presión alta.
Otros problemas vasculares debido a la diabetes incluyen la mala circulación hacia las piernas y los pies. Desgraciadamente, muchos de los efectos cardiovasculares pueden pasar desapercibidos o comenzar temprano en la vida.

Cardiopatía en el diabético
Las personas con diabetes frecuentemente experimentan cambios en los vasos sanguíneos que les llevan a la enfermedad cardiovascular. En los diabéticos, el revestimiento de los vasos sanguíneos puede engrosarse, haciendo que el flujo de la sangre a través de los vasos sea difícil. Cuando el flujo de la sangre está deteriorado, menos oxígeno y nutrientes llegan a los órganos, dando como resultado la cardiopatía o la embolia cerebral.

Síntomas
Aunque hay síntomas comunes de la cardiopatía, sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una manera diferente.
Pueden ser dolor en el pecho, falta de aire, latidos irregulares del corazón, hinchazón en los tobillos.

Prevención
Aun cuando usted se cuide apropiadamente, la cardiopatía todavía puede ocurrir. El tratamiento específico será determinado por su médico basándose en su edad, su estado general de salud y su historia clínica; su tolerancia a determinados medicamentos o procedimientos.
Cuando se eliminan los factores de riesgo (o se reducen) en una persona con diabetes, el peligro de la cardiopatía puede bajar. Controlando el azúcar en su sangre puede frecuentemente desacelerar o prevenir el comienzo de las complicaciones.

Otras medidas
- Visite a su médico regularmente
- Hágase un electrocardiograma anual (es el examen que registra la actividad eléctrica del corazón, muestra los ritmos anormales y detecta los daños).
- Sométase a revisiones del colesterol y de la presión sanguínea.
- Preste atención a sus síntomas y dígaselos a tiempo a su médico.
- Controle sus niveles del azúcar en la sangre.
- Mejore su presión en la sangre con cambios en su estilo de vida y en su dieta, y, o medicamento.
- Mantenga bajos los niveles de su colesterol ‘malo’ (LDL).
- Controle su peso.
- Haga ejercicio regularmente.
- Consuma una dieta saludable y balanceada.
- No fume.
- Limite el consumo de bebidas alcohólicas y siempre consulte con su médico para un plan de tratamiento.

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