jueves, 13 de junio de 2013

Evita que tus párpados se inflamen



Los párpados cumplen un rol fundamental en la protección de los ojos y actúan como defensa ante cualquier cuerpo extraño que se presente. Hay enfermedades que al afectarlos generan molestias, sobre todo cuando estás al aire libre.

El oftalmólogo José Bayá explica que entre las afecciones, la más frecuente e incómoda para los pacientes es la blefaritis o inflamación de párpados, que se presenta cuando partículas de grasa y bacterias los cubren en los bordes cercanos a la base de las pestañas, causando irritación, comezón, enrojecimiento y escozor o ardor en los ojos.

El especialista agrega otro factor para la hinchazón es la falta de irrigación necesaria o la presencia de gérmenes que aparecen al tocarse el área con las manos sucias.

“Para tratar este problema es importante el aseo regular de los ojos con sólo agua, evitando el contacto con jaboncillos u otros”, dice.

También recomienda no utilizar colirio sin consentimiento del médico, leer en lugares iluminados preferiblemente con luz natural y detener la lectura a momentos para descansar la vista, fijándola en puntos más lejanos.

No leer cuando estás en movimiento (por ejemplo en el autobús) y evitar las letras muy pequeñas para no forzar la visión.

Además de estos hábitos en la página botanical-online.com recomiendan evitar el estrés y realizar técnicas de relajación.

La blefaritis no se puede curar, no obstante, se puede tratar y controlar con alternativas como la higiene de los ojos de forma apropiada. Por ejemplo, puedes tomar una toallita limpia, mojarla en agua caliente, escurrirla y ponerla sobre tus párpados cerrados durante cinco minutos. Repite la acción cuantas veces sean necesarias, esto ayudará a remojar la costra y soltar los restos.

Para prevenir la blefaritis debes, además, evitar frotarte los ojos con las manos o pañuelos sucios. Antes de acostarte debes quitarte el maquillaje con productos garantizados y finalmente lavarte la cara con agua tibia sin frotar los párpados.

Si limpias tus ojos fuera de casa, con algún paño suave o toalla pequeña, procura utilizar una distinta para cada ojo para evitar el contagio de uno al otro.

Y si te gustan los lentes de contacto, olvídate de ellos hasta que esta inflamación esté controlada totalmente. Tu alimentación sana también es importante. Trata de consumir productos naturales ricos en vitaminas A,B,C y F, además de minerales como el zinc que fortalecerán tus ojos. Evita el tabaco y el alcohol.

Según se lee en la página geteyesmart.org, hay tres tipos de blefaritis, la posterior, la anterior y la que aparece a causa de la rosácea, esta última afecta la parte exterior del párpado, donde las pestañas están localizadas.

La blefaritis anterior puede llevar a un engrosamiento de los párpados si no es tratada y voltearlos hacia adentro o hacia afuera y causar daños a la córnea porque las pestañas están dentro del ojo.

La blefaritis posterior puede producir costras (lagañas). En estos casos, incluso las lágrimas pueden parecer espumosas.

Proceso crónico

Si pese a la higiene que sigues en casa de acuerdo con las especificaciones de tu médico, tus párpados no vuelven a la normalidad, insiste con el especialista. La blefaritis es un proceso crónico y es necesario por tanto visitar al oftalmólogo con regularidad para que realice una evaluación y la prescripción adecuada.

Síntomas

Acude al médico si tus ojos o párpados presentan irritación (rojos), si se forman costras en las pestañas o tienes comezón y constante lagrimeo —el enrojecimiento puede presentarse también en las márgenes de los párpados y los ojos— o si tienes una sensación de ardor o la presencia de un cuerpo extraño en el ojo.

Fuente: José Bayá,oftalmólogo,con datos de: http://www.geteyesmart.org, y, www.botanical-online.com


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